Aportes del Imperialismo

Las consecuencias positivas del Imperialismo tuvieron lugar principalmente en los países europeos, que tenían unas enormes ansias de enriquecimiento y llevaron a cabo una política expansionista con el fin de conseguir su propio beneficio.La explotación de las colonias no benefició a todos de la misma forma, ya que el mantenimiento del imperio tenía un coste muy elevado para la hacienda, por lo que el estado tenía que conseguir presupuesto con impuestos a toda la población, por lo que la clase media, que pagaba el grueso de estos impuestos, obtuvo unos beneficios escasos, o incluso nulos.
Los principales beneficiados fueron dos grupos: los sectores económicos que invirtieron en empresas mientras su contribución a pagar los costes que tenía la administración colonial fue muy reducida y las clases dirigentes metropolitanas, que consiguieron un gran poder económico, incluso en algunos casos poder político, así como un enriquecimiento personal de gran importancia. 
Los países europeos conseguían establecer mercados a los que podían exportar su producción industrial, también conseguían materias primas abundantes y a bajo coste y, por último, utilizaban mano de obra no cualificada y que recibían unos salarios bajos, por lo que lo beneficios en estos territorios colonizados eran mucho mayores a los que conseguían en la metrópoli.
Se produjo un proceso de expropiación de tierras indígenas, que pasaron a manos de los colonizadores.
Para los países europeos les resultaba beneficioso este dominio ya que obtenían materias primas muy baratas y con una mano de obra prácticamente gratuita.
Otro dato que cabe destacar fue un enorme crecimiento de la población que tuvo lugar en Europa en el siglo XIX, conocido como la “explosión blanca”, que generó un importante flujo migratorio, y esto contribuyó a un desarrollo de la expansión imperialista, ya que la población que emigraba contaba con territorios coloniales en los que asentarse. La población europea que emigraba se establecía en colonias de poblamiento en las que los ciudadanos tenían los mismos derechos y privilegios que los metropolitanos y eran superiores a la población indígena, imponiéndose sobre ella.
La construcción de ferrocarriles, carreteras y otras infraestructuras  comportó elevadas inversiones, que generaron grandes beneficios a Europa.
Otra consecuencia positiva sería el aumento de los cultivos y la introducción de técnicas y maquinaria que hicieron que aumentara la producción agrícola. La agricultura de plantación permitió la llegada de productos como el cacao, el algodón, el café o el caucho a Europa, que llegaban a bajo precio y eran productos que el clima europeo no dejaba cultivar.
Según el punto de visto demográfico, la introducción de nuevas medidas higiénicas, vacunas y la creación de hospitales permitieron reducir la mortalidad y aumentar la esperanza de vida en los países ocupados, produciéndose un aumento de la población.
Algunos ejemplos de consecuencias que tuvieron los pueblos indígenas son la evangelización de los pueblos indígenas, que eran considerados como primitivos, o la apertura de nuevas escuelas en los territorios conquistados; la parte positiva de algunos de estos factores son que favorecieron al desarrollo de los territorios conquistados, y contribuyeron a la extensión de las lenguas y las creencias de los europeos. A su vez tuvieron lugar un descenso del analfabetismo y una expansión de la cultura occidental.